La construcción de una galería subterránea para llevar las aguas del Tajo a la Vega Baja, algaradas en las calles de Toledo, asaltos de bandoleros, la ejecución de un capellán en Zocodover o los juegos sobre una inusual superficie helada del río, son parte del millar largo de noticias que fue anotando, entre 1801 y 1844, un empleado municipal llamado Felipe Sierra. El resultado de tan afortunada tarea es un manuscrito que se conserva en el Archivo Municipal de Toledo que hasta ahora nunca se había trascrito en su totalidad.
Gracias a este singular documento se puede seguir como se vivieron en la ciudad muchos de los acontecimientos que convulsionaron la España de la primera mitad del siglo XIX: la ocupación napoleónica, la Constitución de 1812, la etapa fernandina y las posteriores reivindicaciones carlistas. Pero también se rescata el pequeño suceso local y personajes anónimos que no siempre existen en los documentos oficiales. Así, además de datos numéricos de tropas, reos o precios, se habla de las procesiones, actos cívicos, ahogados, suicidios, robos o escapadas de la cárcel con desigual fortuna. La cartelera teatral, las fiestas taurinas y de carnaval, rarezas de la naturaleza e, incluso, los fenómenos meteorológicos extraordinarios, añaden facetas a lo que puede considerarse como un antecedente de la prensa toledana que surgiría años más tarde.
El complemento final de listados onomásticos, topográficos y cronológicos facilitan el acceso inmediato a cualquier anotación de Felipe Sierra, caracterizada siempre por el claro predominio de la pura información frente a la tentación de dejarse llevar por la opinión o los sentimientos personales.